Este blog queda oficialmente inaugurado. A falta de botella de cava que estrellar contra barco inexistente, lanzo estas palabras al aire, al ciberespacio sideral, al infinito y más allá.
Vine de un Norte una tarde de agosto y, perdí el Norte pero encontré la vida, un Hellvis que se arremolina en mí y un yo que se arremolina en ti. Vivir para quererte, querer vivir para quererte.
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